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Torrevieja
Instalan 50 trampas para estudiar y atajar la extensión del mosquito tigre por la Vega y Elche
La empresa CTL y la Universidad de Zaragoza mantienen un convenio de colaboración para conocer el comportamiento del la plaga invasora
El mosquito tigre llegó hace tres años a Torrevieja para quedarse. Esta especie invasora, que provoca picaduras más dolorosas que las de los mosquitos del país, contaba con una presencia testimonial hace unos años y ahora se ha extendido, aunque de forma limitada, desde Torrevieja y Orihuela Costa a toda la Vega Baja, pasando límites comarcales hacia Elche. Esa es la evolución que observan a diario los profesionales de la Compañía de Tratamientos de Levante (CTL), una empresa de servicios de sanidad ambiental que mantiene un acuerdo con la Universidad de Zaragoza para conocer al detalle la "vida y costumbres" del famoso y agresivo mosquito por estos lares.
Con ese objetivo han ubicado cincuenta trampas en lugares estratégicos de todo el término municipal de Torrevieja para recoger larvas y ejemplares adultos. La finalidad no es tanto su erradicación sino el estudio de su presencia y reproducción para conocer cómo actuar después y acabar con su presencia. "En realidad estos mosquitos se tratan de la misma forma y con los mismos productos que las plagas comunes. Otra cosa es que los focos donde se encuentran son mucho más específicos, reducidos y las zonas en las que actuar no están tan claras como con especies de la zona", explica la bióloga de CTL, Salima Pérez.
El llamado mosquito tigre es de origen asiático. No le gusta mucho el secarral mediterráneo, ni los humedales salados donde aterrizó hace unos años, por lo que su expansión, aunque creciente, es casi simbólica con respecto a los mosquitos comunes, según explica Pérez. Y no aguanta la salinidad de las charcas en las que de forma tan efectiva se reproducen sus compañeros de especie. Pero no sólo resiste sino que se extiende buscando agua dulce estancada en espacios reducidos, aunque de eso hay poco por la zona. Se han detectado focos en lugares tan peculiares como los recipientes que se emplean para colocar las flores en el cementerio.
Focos
Hallar esos focos tan concretos de Aedes albopictus -ese es su nombre científico- y actuar para fumigarlos es el reto al que se enfrentan los plaguicidas -y lo que encarece su tratamiento-. Como en otras tantas especies de este insecto son las hembras las que pican -necesitan sangre para extraer proteínas y permitir el desarrollo de los huevos-. Y pican, según se ha demostrado, por el día y preferentemente en las extremidades inferiores, según mantiene la experta de CTL.
Por eso la empresa, que es la adjudicataria de este servicio en Torrevieja, ha dispuesto esas trampas para conocer el comportamiento de este "bicho", de mayor tamaño y de aspecto más agresivo -es negro con rayas blancas y mide más de 5 milímetros- que los autóctonos. No se trata de un estudio superficial. Cuatro días a la semana un operario recoge muestras de las trampas y los técnicos las remiten a los investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, que realiza un estudio sobre la fenología del mosquito en toda la Comunidad Valenciana, para conocer su ciclo vital. Además de los 50 dispositivos de Torrevieja se ha completado esta red en Pilar de la Horadada, Orihuela e incluso en el vecino municipio murciano de San Pedro del Pinatar.
Un verano tranquilo y sin muchas asistencias por atenciones médicas
La labor de prevención realizada por CTL durante el invierno y la primavera pasada han ayudado a que este verano la incidencia de la plaga de mosquito autóctono de la zona, sea menor. Y por supuesto, mucho más reducida a la situación de emergencia que se produjo en octubre de 2009, en el que el Hospital de Torrevieja realizó más de trescientas asistencias por picaduras en dos días, provocadas por la concatenación de factores como lluvias y altas temperaturas posteriores. La campaña contra los mosquitos realizada antes y durante el verano se ha centrado en revisar y tratar todos los focos detectados durante el año que albergaban agua estancada, emplazamientos en los que se desarrollan las larvas. Estas revisiones se han realizado con una periodicidad semana y bajo la supervisión y coordinación de biólogos. Es además un proceso que aborda, explican desde la empresa, teniendo en cuenta que la existencia del parque natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja con el objetivo de no perjudicar la flora y fauna de la zona. De hecho se actúa más con productos biológicos que acaben con las larvas que sobre los adultos. Y además es más efectivo.
Los operarios de CTL van equipados con PDA y sistema de georeferenciación geográfica para analizar en tiempo real las dimensiones de una posible foco. D.P.
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