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La producción de sal en Torrevieja aumenta un 15% y alcanza ya las 700.000 toneladas
La Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas reanuda la "cosecha" después de realizar una inversión de más de un millón en nuevas infraestructuras y la protección de la laguna


La Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (NCAST) logró aumentar en un 15 por ciento su producción de sal durante la pasada campaña 2010- 2011. Las salinas alcanzaron la cifra neta de 700.000 toneladas, En el ejercicio anterior la cantidad de sal extraída fueron 600.000 toneladas, según fuentes de la citada empresa.
Tras mantener paralizadas las tareas de extracción del fondo de la laguna de Torrevieja, con el fin realizar de revisar y reparar posibles averías, la llamada "cosecha" salinera se reanudó el pasado lunes día 8. Fecha que fecha que coincide con la paralización durante cuatro semanas de la línea de embarque en el muelle de poniente y el tiempo previsto para llevar a cabo la puesta a punto de estas instalaciones.
Las perspectivas de producción global de cara a la actual campaña, a iniciar el próximo lunes, son óptimas siempre que no se produzca, desde ahora hasta la próxima primavera, ningún episodio de lluvias torrenciales, que originan la entrada de agua dulce en la laguna disminuyendo la formación de la sal en su fondo.
El volumen de facturación de la empresa ronda los siete millones de euros anuales considerando un precio de mercado por tonelada de sal de unos diez euros, aunque se trata de un mercado muy competitivo y donde estos precios sólo son una referencia. La ventaja estratégica de las salinas de Torrevieja es el ahorro en el transporte que obtienen las empresas compradoras con su salida al mar por el puerto y su buena situación, también en el mercado interior para el transporte de sal por carretera.
Estas cifras coinciden en el tiempo con las inversiones en tecnología y medioambientales que ha realizado la empresa. La salinera ha realizado diversas inversiones para mejorar sus instalaciones que han superado globalmente el millón de euros, además de los gastos ocasionados en los trabajos de mantenimiento realizados.
Junto a la inversión de 900.000 euros destinados una nueva torre de distribución de sal a las distintas dependencias salineras, entre ellas la línea de embarque que cuenta con una longitud de cinco kilómetros desde la laguna al muelle de Poniente, la mercantil, dependiente de la multinacional francesa Salins du Midi, ha invertid0 400.000 euros en solucionar el problema de los lodos y yesos salineros que amenazaban con colmatar parte este humedal salinero, contando para ello con la subvención de programa europeo LIFE.

Una atribulada trayectoria
Con estas inversiones la multinacional francesa está apostando por el mantenimiento viabilidad y rentabilidad de la explotación tras las distintas vicisitudes económicas y sociales protagonizadas por las empresas que la han gestionado esta desde que en el año 1989 fue vendida por la banca catalana a la multinacional belga Solvay, la cual también adquirió el 37,5 por ciento de las acciones que poseía el Estado Español.
Solvay a su vez vendió en 1996 a Salins du Midi, cuya división salinera la pasó después a manos de la multinacional norteamericana Morton Internacional absorbida posteriormente Rohnan Haas, hasta que finalmente los franceses volvieron a recuperarla.

Origen y singularidad
Las salinas locales son el origen de Torrevieja como población, cuando su explotación y administración en la pedanía de La Mata se trasladó en 1803 a la ciudad por decreto del rey Carlos IV quien a la vez autorizó la construcción de viviendas. Hasta los años sesenta del pasado siglo, cuando se inició el desarrollo urbanístico impulsado por el turismo la ciudad dependió exclusivamente de la salinas y menor medida de la pesca, como pilares de su economía.
En la actualidad la importancia del sector pesquero ha pasado a ser testimonial, mientras que el salinero debido a las innovaciones tecnológicas ha ido reduciendo su número de trabajadores, antes cuantificados por miles y que actualmente no rebasa los 150.
Al contrario de la inmensa mayoría de las explotaciones salineras donde la sal puntualmente se extrae a cielo abierto al evaporarse el agua del mar en la de Torrevieja, la sal es sacada durante once meses al año del fondo de lagua desde que recibe salmuera concentrada desde las minas de sal gema del Pinoso, mediante un saleoducto de 45 kilómetros de longitud.
Una especie de draga, denominada "volvedora", guiada por las coordenadas del GPS, va extrayendo la sal para depositarla en barcazas tiradas por remolcadores -propulsados con palas como los antiguos barcos que surcaban los ríos americanos-, que conducen la sal hasta unas enormes lavadoras que eliminan los residuos de cieno.
Una cinta transportadoras lleva la sal a su apilamiento siendo elevada para ello por una máquina conocida popularmente como "El pájaro" por el despliegue de sus altas plumas. Buena parte de este proceso, junto, al de la carga de los barcos de sal lo realizaron los salineros con legones y capazos hasta finales de la década de los años cincuenta del pasado siglo.